Aclaraciones previas:
- Todos los años citados están redondeados en un mínimo de 50 años y son fechas estimadas o aproximadas, salvo que se cite año exacto.
- Existe numeroso y amplio material de literatura o consulta en la web sobre este tema en cuestión; el presente no pretende ser un estudio acabado del tema, más bien una simple guía que introduzca en el tema y satisfaga las grandes inquietudes.
1.- Uso de nombres:
Desde siempre las personas fueron identificadas por un nombre personal.
El nombre identifica, señala. Es una forma de individualizar a una persona dentro de una comunidad determinada.
Es un “sello personal” que distingue al individuo de la masa, y lo acompaña durante toda su existencia y aún después de la muerte para permitir el recuerdo.
Esto último es lo que le da su toque tan “humano”, pues es justamente la característica del hombre su noción y búsqueda de lo trascendente.
2.- Uso de formas adicionales al nombre para identificar al individuo:
En todo caso, y si era necesario ser más específico se le identificaba con su nombre personal y como “hijo de”, indicando el nombre personal de su padre; este fue el principal motivo de la tradición de llamar a los hijos como a sus abuelos, de modo de mantener en las generaciones el uso de nombres repetitivos que identificaran a la familia de otras.
Pero, al crecer un poco la población y prolongarse la expectativa de vida, surgen los primeros problemas de homonimia (nombres iguales), y con ellos, problemas para identificar al verdadero dueño o titular de determinas derechos y obligaciones.
2.1.- Los Romanos y la noción de casa o familia de procedencia, el incipiente nacimiento del apellido, la casa o familia de procedencia:
Los romanos para conocer los patrimonios y todo lo que entra o sale de ellos; con fines de identificación de la propiedad de bienes (especialmente inmuebles) y tributarios, y que tenían un derecho más avanzado y el poder militar de la dominación para imponer sus normas primero a sus vecinos y luego a todo el orbe conocida; impusieron el censo.
En la época de la República (509 AC – 27 AC), basaban su sociedad en un sistema de autoridad “pater famili” (el jefe de la tribu inicialmente, el padre de familia luego), en la que el padre de familia era el único propietario, con derecho u obligación respecto de todos los bienes (y personas) de la familia. Pater famili no les hace recordar otra palabra? Patrimonio.
Es por eso, que para poder contar a las personas e identificarlas Roma es el primero –aunque otros lo habían hecho antes: Babilonicos, Chinos, Sirios, Griegos, pero sin periodicidad- en establecer normas y costumbres para censar a la población periódicamente.
A este efecto, y para no errar y efectuar duplicaciones o errores al censar, para conocer los patrimonios y todo lo que entra o sale de ellos; con fines de identificación de la propiedad de bienes (especialmente inmuebles) y tributarios, surgieron en los censos Romanos, una nominación común de casa o familia de procedencia para identificar a todas las personas que se encuentran bajo la autoridad del mismo “pater famili”, se trata de un patronímico. Así por ejemplo tenemos las casas o familia de procedencia: Claudia, Flavia, Julia, Severa.
Por estas épocas el traslado de personas y la movilidad eran escasos. La persona nacía, vivía, comerciaba y fallecía casi siempre en el mismo pueblo o ciudad, o apenas a unos kilómetros de su lugar de origen. Pocos eran los aventureros que se alejaban a otras tierras.
2.2.- La transición del censo local al censo “universal”:
Los romanos iniciaron el recuento periódico cada cinco años hacia el año 200 AC se estima, y la tarea corría a cargo de los Censores locales. Además de ocuparse del registro de la población y de la recaudación de impuestos, el censor se ocupaba también de mantener la moral pública.
Al principio sólo se llevaban a cabo en Roma. Luego, además de Roma, se incluyeron sus alrededores y ciudades vecinas o dominadas de importancia.
Para el año 5 a.C. se habían extendieron hasta cubrir todo el Imperio y ser verdaderos censos de todo el occidente conocido.
Asi, pronto se notó la dificultad de llevar un control por casa o familia de procedencia
2.3.- Los primeros apellidos romanos:
Pero un poco más tarde, con el avance en el transporte, el establecimiento de nuevos dominios, la existencia de comercio marítimo y posesiones y propiedad ultramar (fuera de Roma); con la llegada del Imperio, fueron los mismos romanos quienes establecen los primeros apellidos, sin abandonar la pertenencia a la casa o nombre familiar.
El apellido surge así en realidad como un segundo nombre invariable, heredado por la familia de nacimiento, para mantener la identificación a pesar del traslado.
Estos apellidos romanos no han perdurado, con la caída del Imperio Romano o un poco después (año 500 DC) y durante la primera parte de la edad media, desaparecieron.
Así los apellidos se perdieron, retornando el mundo occidental al sistema de nombre personal.
2.4.- Retornando al sistema de nombres:
Como hemos dicho, hacia el 500 DC el uso de casa o familia de procedencia, y del segundo nombre invariable, desaparecieron.
A lo sumo y avanzados varios cientos de años de la caída del Imperio Romano (hacia el año 900 DC) comenzó nuevamente el uso del nombre personal con la identificación de la paternidad si era necesario (Juan hijo de Pedro).
Primero para nobles y reyes en el interés de determinar la aptitud al trono; luego también para jerarcas militares y una incipiente burguesía de comerciantes y señores feudales locales propietarios de importantes bienes.
Este sistema fue difundiéndose progresivamente hasta popularizarse bastante.
2.5.- Re imposición del uso del apellido:
Los apellidos vuelven a la historia de la mano de tres actores importantes: a) el Reino de Venecia (Italia) luego imitado por otros reinos; b) la Iglesia Católica que como norma del Concilio de Trento lo impone a todo el territorio europeo en el que tenía por entonces influencia y especialmente en los reinos de lo que hoy es Italia por su presencia allí; y c) el establecimiento del servicio militar obligatorio en el incipiente estado moderno.
2.5.a.- Reino de Venecia:
El Reino de Venecia creció y se extendió gracias al impulso inicial de las cruzadas cristianas (años 1100 a 1300 aproximadamente), y al comercio con oriente posteriormente, estableciendo un importante imperio comercial en varios cientos de islas que, para poder identificar a los propietarios de barcos, bienes y obligados a los tributos, exigió el restablecimiento de los apellidos. La utilidad del sistema fue pronto adoptada por otros reinos con problemas similares y a los mismos fines.
2.5.b.- El Concilio de Trento.
La Iglesia Católica, interesada también en la finalidad de censar a sus parroquianos –tanto con fines de evitar incompatibilidades de casamiento cuanto recaudatorios del aporte parroquial, según el caso-, y en cuanto poder que se imponía sin distinción de reino, ducado o dominio; impuso en el Concilio de Trento de 1564 la obligación de los párrocos de llevar registros con nombre y apellido de todo bautizado.
Por supuesto que la obligación no se cumplió de inmediato, y llevo varios cientos de años que se estableciera como regla un sistema de censos periódicos y la obligación de fijar apellidos.
Sin embargo, consecuencia de esta situación y de la amplia influencia –y presencia con “al menos dos iglesias por pueblo” (como dice el refrán)- de la Iglesia Católica en Italia, este fue el primer lugar donde la obligación fue estableciéndose como uso continuo; notándose ya un uso extendido de los apellidos para 1700 / 1750 aproximadamente.
2.5.c.- El ejército moderno:
Por esa misma época, el surgimiento del sistema moderno del ejército (el Ejercito Prusiano, hacia 1700) impuso la necesidad de identificar a los varones nacidos bajo suelo del reino o estado, a fin de imponer el cumplimiento de las obligaciones militares, su adiestramiento y en culturización (esto influye en la desaparición progresiva de dialectos también), para poder contar con tropas entrenadas numerosas.
El traslado del sistema prusiano a otros estados en formación, resultó un impulso importante.
3.- El registro o asiento de natalidad e imposición de nombre en el estado moderno:
Finalmente hemos de tener presente la registración de las personas por nombres y apellidos en el Estado moderno.
Ello estuvo dado por el dominio Napoleónico inicialmente, que busco separar al estado del poder de la Iglesia Católica, y por tanto asumir determinadas tareas de interés.
En los albores de 1800 Francia bajo el mando militar de Napoleón extendió sus fronteras e influencias a la mayoría de europea, llevando consigo el sistema registral de libros. De hecho, una de las primeras cosas que el ejército napoleónico hacía al dominar un territorio era un censo de personas y bienes.
A las finalidades ya expuestas se viene agregar aquí la noción de sucesión o herencia vacante, y el interés del estado y de su milicia en tales bienes.
Por entonces surge el sistema registral moderno, el que, salvo diferencia tecnológicas, es sustancialmente similar al usado hoy en día.
Para mayor información puede verse:
Ademas:
- Si te interesa saber: ¿Cómo se forma un apellido? ¿Cómo se impuso determinado apellido? ¿Cuál es la causa para imponer un apellido? Puedes ver nuestro artículo: Apellidos – Causas que los originan.
- Si te interesa saber: ¿Cómo influyen los movimientos sociales, la migración y otros factores en la formación de los Apellidos y en su transformación gramatical por traducción o fonetización? Puedes ver nuestro artículo: Apellidos – Traducción y Fonetización
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